RETABLOS DE AYACUCHO DE EDILBERTO JIMÉNEZ: CONFIGURACIÓN DE MEMORIA TRAUMÁTICA
RETABLOS DE AYACUCHO DE EDILBERTO JIMÉNEZ: CONFIGURACIÓN DE MEMORIA TRAUMÁTICA
1.
INTRODUCCIÓN
El presente ensayo tiene por objetivo analizar los ‘Retablos
de Ayacucho’ del antropólogo y artista retablista ayacuchano, Edilberto
Jiménez Quispe, mediante un análisis visual de sus obras, así como los de sus
testimonios recogidos durante su estadía en Chungui como parte de la Comisión
de la Verdad y Reconciliación (CVR). La finalidad es comprender la profunda
importancia de su trabajo, el cual conmemora las atrocidades vividas durante el
conflicto armado entre PCP-Sendero Luminoso y las Fuerzas Armadas del Perú.
(1980-2000)
2.
CONTEXTO
El Partido Comunista del Perú, conocido como Sendero
Luminoso fue una organización terrorista, que a pesar de contar con pocos
militantes y sin tener muchas armas, es el responsable de crímenes fatales de
aproximadamente 31,331 víctimas. (CVR, Informe final, p. 1, Tomo II)
En el año 1981, PCP-SL se estableció en Chungui,
Ayacucho, cuya parte sur fue bautizada como Oreja
de Perro por las Fuerzas Armadas. Sendero Luminoso utilizó instituciones
educativas como forma de captación de estudiantes de origen rural y adoctrinarlos
en el comunismo e ideologías maoístas. Según el informe de CVR, tomo V, p. 99:
“Mi
hermana estaba en secundaria y ella decía que sus profesores, especialmente uno
que enseñaba Ciencias Sociales hablaba de todo lo que era comunismo y les
explicaba todas esas cosas. Ella decía «¡Qué bonito todo lo que es Rusia, lo
que es el socialismo, lo que fue la revolución China del 47! » y entonces todo
eso ya les explicaban.(CVR.BDI-I-P610. Entrevista en profundidad, Chungui
(Chungui). Hombre de 30 años.)”
Entre 1983 y 1994, hubieron alrededor de 1384 víctimas
desaparecidas y muertas (17% de la población). (Jiménez, E, 2020, p. 5). Según
el censo de 1981, la población de Oreja de Perro era de 8.257 habitantes, lo
cual hasta el 2013 no llegaba ni a los 4000 (Según Cairati, según ivi, p.
77-78)
3.
QUIÉN ES EDILBERTO JIMENEZ
Edilberto Jimenez Quispe nació en Alcamenca, Ayacucho.
Hijo del gran maestro retablista Florentino Jiménez Toma. De su padre heredó la
tradición artística de realizar retablos, que pasó de generación en generación
en su historia familiar. Realizó sus estudios en la Universidad Nacional de San
Cristóbal de Huamanga, y se egresó como periodista y antropólogo.
En 1996, llegó por primera vez a Chungui como promotor
de comunicación y cultura del CEDAP Ayacucho (Centro de Desarrollo
Agropecuario). Su trabajo fue el de recoger
y registrar testimonios de los pobladores. Más tarde, gracias a su sensibilidad
artística, empezó a realizar bocetos iniciales resultantes de los relatos que
escuchaba, los cuales, con el tiempo, los completó y se convirtieron en dibujos
que lograron perennizar las palabras de las víctimas. (Jiménez, 2020). En el
año 2003, formó parte del equipo de investigación de COMISEDH, ayudando a
registrar sitios de entierro en Ayacucho, talleres de capacitación de derechos
humanos en las zonas rurales, y preparó una muestra de dibujos sobre Chungui
presentado a la Comisión de la Verdad y Reconciliación.
4.
RETABLOS DE AYACUCHO
Los retablos de Ayacucho nacieron de los bocetos que
Edilberto Jiménez realizó durante su estadía en Chungui, como parte de la CVR.
Así, los relatos de la población construyeron una historia representada en el
arte de Jiménez: sus retablos. Estos retablos son testimonios etnográficos
capturados como formas de narrar torturas, asesinatos, violaciones, mutilaciones
que sufrieron los campesinos en el conflicto de PCP-SL y Fuerzas Armadas del
Perú en los Andes. (Campuzana, 2011). A su vez, constituyen el instrumento
gráfico principal escogido para depositar la memoria de los acontecimientos de
Chungui.
A continuación, analizaré dos retablos que, a mi consideración,
encapsulan las más fuertes atrocidades vividas.
4.1. ABUSO DE MUJERES (2007)
Figura 1. Abuso de mujeres, 2007, por Edilberto Jimenez.
Este retablo consta de tres partes: parte izquierda, parte central, y parte derecha. Esta composición del retablo se puede vincular a lo religioso, puesto que era común crear trípticos con temáticas religiosas. Además, debido a la influencia de su padre Florentino Jiménez, quien gran parte de su vida se dedicó al arte religioso, pudo Edilberto haber concebido actualizar la idea del tríptico, y asociarlo a la muerte y abuso.
Figura 2. Composición de "Abuso de mujeres"
La parte izquierda contiene una inscripción de un testimonio, brindando el lugar, el año, y los hechos. La parte central, por otro lado, contiene la historia narrada visualmente del testimonio recogido. De esa manera, la mujer del testimonio se encuentra en el centro, donde un militar la separa de su grupo para agredirla sexualmente. En la parte baja, se observa que es algo muy común, que las mujeres sean agredidas sexualmente, e incluso, como se observa en la parte derecha, podían llegar a morir, o ser asesinadas después de las violaciones. Es importante notar al militar que le apunta con su escopeta al símbolo de justicia, que Jiménez lo representó como una especie de Dios cargando su balanza, y su espada, mientras observa cómo suceden los hechos. También, toda la composición de esta parte del retablo, simula un triángulo, donde la base son los abusos cometidos hacia las mujeres, lo que puede significar que durante todo el tiempo del conflicto interno que vivían, las violaciones y abusos eran parte del día a día.
“(…)Después
llegaron los militares pero eran también abusivos, llevaban a las
mujeres
a la Base Militar, y peor hacían con las mujeres de los supuestos senderistas.
Abusaban de ellas diciéndoles ‘terrucas’(…)” (Jiménez, testimonio recogido,
p.170)
En
la parte derecha del retablo, se encuentra una inscripción que dice: “Cuando la
Sangre es de una mujer maltratada y asesinada, la herida es de todos”. Esta
frase inscrita en color rojo sangre, con un rostro femenino formado por
lágrimas de sangre, demuestran los maltratos y abusos que en especial, las mujeres,
tuvieron que vivir y que además duró por más de 10 años. Años en dónde las
puertas de la justicia no se abrían para la población.
Con
respecto al uso de la paleta cromática de este retablo, se nota el uso de los contrastes
y sombras, a manera de crear una atmósfera de terror. Pues, el contraste del
marrón oscuro con ese amarillo ocre guía la mirada hacia la escena central, la
cual, es oscura y tenebrosa, como si generase un ambiente sofocante, donde no
hay hacia dónde escapar.
Este
retablo se puede enlazar con uno de los dibujos etnográficos realizados por
Jiménez, titulado “Y tuvieron que permanecer
calladas”. En ella se narra visualmente sucesos violentos hacia las
mujeres, utilizando trazos sin tridimensionalidad, y ausencia de perspectiva
matemática.
A
su vez, este dibujo de Jiménez tiene influencia del cronista ayacuchano Guamán
Poma de Ayala, pues presentan estilos similares, y además, también Poma de
Ayala, utilizaba la narración gráfica para describir injusticias del régimen colonial.
Jiménez posee un estilo gráfico similar, al realizar dibujos con siluetas
simples y sin volumen, pero que el trasfondo es más profundo. Una especie de
manera de contar lo terrible de manera fácil de digerir, es decir, darle más importancia
a la historia que a la forma. (Campuzano, 2011).
Figura 4. Autorretrato de Felipe Guamán Poma de Ayala, por Felipe Guamán Poma de Ayala.
4.2.FOSA
DE CHUSCHIHUAYCO (2007)
Figura 5. Fosa
de Chuschihuayco, 2007, por Edilberto Jiménez.
Este retablo consta también, como el anterior, de tres
partes: La parte izquierda, la parte central, y la parte derecha. Tiene otro
tipo de forma, pues el retablo anterior tenía forma de tumba; este, en lo
contrario, tiene forma de ventanal, un ventanal ovalado.
Figura 6. Composición de "Fosa de Chuschihuayco"
Tanto en la parte izquierda como en la parte derecha,
está inscrito el testimonio recogido. Sin embargo, esta vez, los colores de
fondo se sienten como si gritaran con desesperación. El tono amarillo, que
según Jiménez, significa los golpes, las torturas, las agonías y las muertes
lentas. Definitivamente, esa sensación transmite solo leyendo el testimonio. Lo
cual, yendo hacia la parte central, que es el punto focal de la composición, se
describe los acontecimientos donde madres eran obligadas a matar a sus niños,
de ahí eran violadas, y a todos juntos con sus menores, eran arrojados a una
fosa.
“Los militares y los de
Defensa Civil no tenían compasión de nadie. También los senderistas mataban
mujeres, niños y ancianos. Ese día, cuando los militares y los de Defensa
agarraron a las mujeres, les quitaron a sus hijos y las encerraron en una casa.
Primero mataron a las mujeres y luego a todas las criaturas. Yo mismo encontré a
todas las criaturas, asesinadas con cuchillo encerradas en la casa. Todo estaba
lleno de sangre(…)” (Jiménez, testimonio recogido, p. 216).
La composición de la parte central del retablo
establece dos líneas: una horizontal que divide la tercera parte inferior; y
una vertical media. Se puede leer de izquierda a derecha, y de arriba hacia
abajo. La historia apunta a los senderistas ejerciendo abuso de poder sobre la
población más vulnerable de la comunidad: mujeres y niños. Los hombres armados
obligaban a las mujeres a matar a sus hijos, y también los separaban para
asesinarlos individualmente. La lectura de la parte inferior es como leer
escenas: De izquierda a derecha: Muerte de mujeres, muerte de niños, arrojo a
la fosa.
“(…)Cuando venían los militares, los niños
tenían que estar calladitos, sin hacer bulla. Pero a veces el hambre, la sed,
hacía que los niños lloren. Por eso los jefes de los senderistas ordenaron
matar a todos los niños en Huertahuaycco. A las mujeres les obligaron a matar a
sus hijos, pero después ellos mismos los mataron ahorcándolos con soguillas y
también con sus manos les aplastaron sus cuellitos. Las mamás no podían
detenerlos porque también les amenazaban con matarlas.(…)” (Jiménez, testimonio
recogido, 1985, p.228).
Figura 7. Asesinato de niños en Huertahuayco, por Jiménez
Quispe, 2009.
Este retablo se puede enlazar con este dibujo etnográfico de Jiménez, titulado “Asesinato de niños en Huertahuayco”. Este dibujo presenta trazos más definidos, aunque carece de perspectiva. En este se observa cómo ocurrió la matanza de los niños, y las propias madres que tenían que asesinar a sus propios menores, por miedo. Niños tumbados en el piso, madres rogando que no les hagan nada. Realmente es frustrante ver esta narración de hechos que de verdad sucedieron.
En la composición de esta ilustración se puede observar el trauma si trazamos líneas diagonales, dónde aparecen las madres tratando de salvar a sus hijos de los senderistas, o cuando los senderistas están realizando el acto de ahorcar a los pequeños. El uso de esta diagonalidad revive la emoción de estar a punto de perder a un hijo, o incluso, como se muestra en la imagen, ya habiéndolo perdido. Este trauma también se siente en el uso de la repetición del recurso de las diagonales, y los dibujos, que parten la composición diagonalmente en dos, generando una sensación de aquello que vivieron los campesinos, el limbo entre la vida y la muerte. Por otro lado, en la tercera parte de la composición vertical, en la parte derecha se muestran los niños yaciendo el piso, sin vida. Nos revela la vida (en la izquierda), el proceso de arrebato de la vida (en el centro diagonal), y la muerte (en la derecha). En este dibujo, el cuerpo sufriente es más importante que el contexto. (Koc-Menard, 2014). Pues, realmente el enfoque de este dibujo monocromático no se centra en el ambiente, aunque los árboles posean buenos trazos con movimiento, lo que de verdad importa es lo corpóreo: cuerpos ajenos asesinados. Y lo que es más trágico: niños.
5.
CONCLUSIÓN
Los retablos de Edilberto Jiménez Quispe no solo son piezas de historias que están olvidadas, sino que, por el contrario, siguen guardando la memoria de todos aquellos acontecimientos que, tras los testimonios quedan en vida. Continúan conmemorando lo sucedido durante el conflicto interno que sacudió al Perú en aquellos años.
Jiménez utiliza en la realización de sus retablos recursos para despojar del anonimato de las víctimas, o desaparecidos, visibilizando sus historias, devolviéndoles el rostro, edad, y los lugares dónde acontecieron las atrocidades. De esa manera, se hila el pasado con el presente, y se construye memoria en el futuro, que puede ser mañana, meses, o años, ya que lo intrínseco quedará grabado en los retablos de Ayacucho. Así, estos obtienen la posibilidad de configurar la emosignificación de la memoria y de la identidad. (Cairati, 2013; Vergara,2003). De la misma forma, los espacios de Chungui obtienen una nueva perspectiva, que pasa del testimonio oral del trauma, ignorado y no escuchado por mucho tiempo, al testimonio visual, tangible que demuestra una reelaboración de la identidad.
Para finalizar, los Retablos de Ayacucho están
cargados simbólicamente, y teñidos con historias vivientes del sasachakuy tiempo (tiempos difíciles).
Aquellos nos exigen a nosotros, el presente, a continuar recordando y buscando
que el futuro, implemente políticas de perdón. Que sea algo más que sólo
historias gráficas.
BIBLIOGRAFÍA
1. Cairati, E (2013). Las
“Historias ilustrativas de la violencia” de Edilberto Jiménez: narrativa, testimonio
y memoria. Istituzione
università degli studi di milano. Italia. Disponible en: file:///C:/Users/Hp/Downloads/Las_Historias_ilustrativas_de_la_violencia_de_Edil.pdf
2.
Campuzano, S. (2011). Testimonios y retablos: cajas migrantes, urgencia narrativa y espacio
andino. Una lectura de Chungui. Violencia y trazos de memoria de Edilberto
Jiménez. Universidad Nacional de Salta. Argentina. Disponible en: http://revistascientificas.filo.uba.ar/index.php/zama/article/view/9616/8400
3. Comisión
de la Verdad y Reconciliación (2008)
. Informe Final: Los actores Armados, Los
políticos y las Instituciones, Las organizaciones sociales y el Movimiento de
Protección de los Derechos Humanos. Lima, Perú. 12 páginas. Disponible en: https://lum.cultura.pe/cdi/documento/informe-final-los-actores-armados-los-politicos-y-las-instituciones-las-organizaciones-0
4.
Jiménez, E. (2020). Chungui.
Violencia y trazos de Memoria.
Segunda Edición. Disponible en: http://archivos.memoria.website/ChunguiViolenciaTrazosDeMemoria_Web_M.pdf
5. Koc-Menard,
Nathalie (2014). Sufrimiento humano y representación
de víctimas. El caso de Chungui en la posguerra peruana.
Bulletin de
l'Institut français d'études andines Disponible en: http://journals.openedition.org/bifea/5189
6. Rojas,
L. (2018). Memorias de la vida cotidiana en
las “zonas liberadas” de Sendero Luminoso. El caso de las retiradas de Chungui
Y oreja de Perro.
Disponible en: https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/6865518.pdf
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